Los enfrentamientos entre opuestos repercuten hasta nuestros días como una de las constantes del pensamiento occidental, incluso hasta el punto de ser estructurantes de una forma de aproximarse al mundo y sus problemas. El blanco y el negro constituyen una de las parejas más representativas dentro de este tipo de lógica, que los toma incluso como una analogía polisémica que se adapta a múltiples circunstancias. A partir de esta oposición conceptual, esta instalación de proyectores de 16mm pretende llegar al enfrentamiento entre el hombre y la máquina, al tomar como referencia el momento histórico que significó la competencia entre Deep Blue, el computador desarrollado por la IBM, y Garry Kasparov en 1997. El ajedrez, que encarna la dicotomía entre el blanco y el negro en un lenguaje concreto, con reglas inquebrantables y una estética propia, se convierte en el escenario de uno de los enfrentamientos más relevantes de nuestra época, que fácilmente trasciende el tablero y las particularidades coyunturales del episodio de mayo del 97 en Nueva York: el cine, que se basa al igual que la fotografía en la relación conflictiva entre la luz y la oscuridad -en términos puramente técnicos- es un medio que refuerza la importancia de este conflicto, pues además de reiterar esta oposición binaria entre el blanco y el negro pone en cuestión el papel de la imagen analógica en el contexto del mundo digital, y los problemas históricos que ello genera en un espectador contemporáneo. Así mismo, la película deja al descubierto la objetualidad de la imagen, su presencia en el mundo físico, que la ensucia, la raya y la desgasta con el paso del tiempo.
Against The Machine
Binary oppositions have played a major role as one of the constants of western civilization up to the present day, to the point of being structural to specific ways of approaching the world and its problems. Black and white constitute one of the most representative couples of opposites within this type of logic, which makes it even a metaphor with multiple meanings that can fit into many circumstances. Taking this opposition as a conceptual departure point, this installation of 16mm projectors aims to address the encounter between man and machine, taking the match between Garry Kasparov and Deep Blue as a reference. This historical moment, that took place in New York during the spring of 1997, put chess at the core of the dispute: the game, that embodies the opposition between black and white through a concrete language, made of specific rules and a particular aesthetic, became the battleground for one of the most important encounters of the Information Age. An encounter so relevant that easily transcended the board and the circumstances of the match. Cinema, which its technical base, like photography, is centered upon the conflictive nature between light and darkness, is a medium that emphasizes the importance of this conflict. It not only presents the opposition between black and white, but also sets the ground for another inquiry, the role of analogue media in the digital world, and the historical problems that its presence generates in a contemporary observer. At the same time, the roll of film puts in evidence the objectual nature of the image. Its presence in a physical world that fills it with dust, scratches it and makes it wear out with the passage of time.